«Los profesionales hablan»: ¿Por qué es necesario el tratamiento de fisioterapia para demencias? Nos cuenta Francisco Rodríguez Chacón, fisioterapeuta en CITEA:

En general, desde la intervención fisioterapéutica se busca mejorar la calidad de vida de las personas con demencia y fomentar su independencia, tratando de mantener y/o mejorar diversos elementos primordiales para su autonomía física, tales como:

  • La movilidad de las articulaciones.
  • El tono de los músculos del tronco, de los miembros superiores y de los miembros inferiores.
  • La concepción del propio cuerpo y la propiocepción.
  • Las reacciones posturales.
  • Los equilibrios estático y dinámico para prevenir caídas.
  • La coordinación óculo­motora.
  • La motricidad fina.
  • La marcha.

 

En función de los objetivos que se deseen alcanzar, el conjunto de actuaciones terapéuticas se desarrollarán en grupo y de forma individual.

Las sesiones grupales consisten en la realización de una serie de ejercicios de entrenamiento físico que, además de las metas generales anteriormente mencionadas, buscan alcanzar otros fines destinados a la mejora de la capacidad motriz e imprescindibles para ralentizar el avance de la enfermedad:

  • Estimular la memoria a través del movimiento.
  • Promover el trabajo en equipo y la sociabilidad a través de la actividad física.
  • Mejorar la autoestima a través del ejercicio físico.
  • Prevenir la inmovilidad.
  • Promocionar la salud.

 

Al mismo tiempo, las personas que padecen demencia pueden requerir de un tratamiento adicional de fisioterapia específica que aborde aquellos elementos psicomotores que necesitan ser reforzados de forma individual y que permitan al paciente realizar sus actividades cotidianas de la vida diaria de la forma más independiente posible según la fase de la enfermedad en que se encuentre. Esta modalidad de tratamiento se centrará en la reeducación de la marcha y de las transferencias a sedestación o bipedestación (y vicerversa), en el estímulo del equilibrio ante factores de intestabilidad o en la mejora de las aptitudes motrices particulares del paciente.

Por último, cabe resaltar la importancia de un adecuado tratamiento individualizado en las fases más avanzadas de la enfermedad, destinado fundamentalmente a evitar las consecuencias negativas de la inmovilidad (úlceras por presión, rigidez articular, insuficiencia respiratoria, dolor,…) mediante masoterapia, ejercicios respiratorios, movilizaciones pasivas articulares y tratamiento postural.

Por tanto, la fisioterapia para demencias constituye una pieza clave en la intervención integral, contribuyendo a retrasar la progresión de su deterioro cognitivo. Así pues, es fundamental que la terapia física, tanto individual como grupal, se ubique desde el inicio del proceso dentro del abordaje multidisciplinar, sin postergarla únicamente a los estadios finales de la enfermedad.

Para consultar sobre los programas de fisioterapia para demencias en CITEA:

Programa de rehabilitación fisioterápica en el centro
Programa de rehabilitación fisioterápica en el domicilio